Diario Río Uruguay se comunicó con los responsables del local, quienes afirmaron que para la realización de la fiesta se contaba con la habilitación municipal correspondiente, para que el salón funcione con una ocupación de hasta 800 personas. A pesar de las conocidas medidas vigentes para evitar la propagación del virus COVID, el lugar se vio abarrotado de gente, fundamentalmente personas mayores de edad, que están a la cabeza de los denominados grupos de riesgo.
Las imágenes -que fueron difundidas por los propios organizadores- muestran claramente que no se cumplía con las medidas de distanciamiento y ni siquiera del uso de barbijos. La fiesta no fue una organización solapada, al punto tal que hubo una profusa difusión a través de las redes sociales, donde se advertía que las entradas se iban agotando a medida que se acercaba el fin de semana. La ciudad de Crespo tiene como intendente a Darío Schneider, un dirigente de Juntos por el Cambio que desde la primera hora se manifestó en contra de las restricciones que se imponían por la pandemia y fue uno de los primeros en habilitar reuniones sociales, aun cuando estaban vigentes los Decretos Nacionales que indicaban lo contrario.