Fiscalía tiene la hipótesis de que en esa contratación hubo sobreprecio y que sirvió a un fin particular: la candidatura de Sergio Urribarri a la presidencia.
Con respecto a la posibilidad de que existen sobreprecios Nigro no aportó nada. Sólo remarcó que la publicidad en medios nacionales se vende por segundo y horario y que dentro de esta última variable la franja horaria denominada prime time, que va desde las 20 hasta las 23 aproximadamente. La diferencia entre un segmento y otro es notorio: al día de hoy, en horario normal, un segundo cuesta entre 60 y 80 mil pesos, mientras que en el prime puede valer hasta $ 300 mil. Y señaló que lo que se contrató para la Cumbre fueron todos prime time.
También consignó al principio de su declaración que para ingresar al circuito publicitario nacional en tiempos de gran demanda (era fin de año y comienzo de vacaciones de verano) era necesario hacerlo a través de una agencia que tuviera los contactos y la llegada como para incluir publicidad en los canales principales tanda en momentos complejos.
En la negociación con Nelly Entertaiment, la empresa de Jorge “Corcho” Rodríguez planteó que el objetivo era hacer una campaña para la Provincia de Entre Ríos. “Nos pidieron cobertura. Significaba tener los programas y los canales con más audiencia”, relató. Esto traía un problema colateral. Según explicó, los medios “toman las publicidades que vienen de Gobernaciones y Provincias como si fuera (pautado) político y no hay financiamiento”, es decir se tiene que abonar al contado. Por eso Punto Art pidió a Nelly el pago por anticipado. “No teníamos espalda”, confesó Nigro.
Con respecto al segundo aspecto, el publicista dejó elementos que servirá para que las partes hagan una disputa de sentido a la hora de los alegatos finales, cuando cada una interprete la prueba en función de su teoría del caso.
En primer lugar, Fiscalía le mostró varias pruebas documentales de la causa. En particular algunas facturas que Punto Art le hizo a Nelly Entertaiment por la difusión de los spots y también controles de emisión de publicidad, en particular uno de ESPN.
En la descripción se leía que lo que se facturaba era “Campaña de Urribarri”. Y en la certificación de salidas del deportivo se detallaba que el cliente era “Urribarri”.
Momentos después, el abogado defensor Miguel Cullen mostró otros documentos que también forman parte de la prueba documental. Se trataba de una certificación donde constaba que el anunciante era el Gobierno de Entre Ríos y que el material refería a la Cumbre de Presidentes en cuatro temas: las escuelas, la seguridad, el laboratorio con capacidad para exportar a EE.UU. y la propia celebración del evento internacional en Paraná.
Nigro explicó que las certificaciones del producto emitido en los canales depende del arbitrio de quien lo arma. Ante la pregunta del defensor José Velázquez, señaló: “Cuando uno contrata, los canales y cuenta un poco lo que hará, encasillan, enmarcan, le ponen un nombre”. Más adelante, y ante una consulta de Cullen, abundó: “Depende del que carga las órdenes y cómo los pone – consignó – La verdad es que los avisos van como están en esta última (la que le mostró Cullen). Siempre fueron así”, sentenció.
El letrado le preguntó también si Punto Art había contratado el pautado con el Gobierno de Entre Ríos. “No. Nuestro cliente fue Nelly Entertaiment”, aseveró. Luego, negó conocer a dos de los imputados, los ex funcionarios Gustavo Tortul y Hugo Céspedes (recientemente fallecido).
Del otro lado
También declaró durante la jornada la responsable de Contenidos del área de Comunicación del Gobierno, Ryna Deymonnaz, quien está en ese lugar desde el año 2008. Los cuestionamientos centrales que le hicieron a la funcionaria giraron en torno a cómo se evaluaba el contenido de los anuncios oficiales.Deymonnaz precisó que las campañas oficiales tienen como objetivo principal difundir las acciones de gobierno que son de interés publico. Y subrayó que no existe en la provincia normativa que impida la presencia de un funcionario o de alguien que ocupa un cargo electivo en las producciones estatales. Fiscalía volvió sobre eso en reiteradas oportunidades, debido a que los cuatro spots de la Cumbre cuestionados culminan con la leyenda “Gobernación Urribarri”. Deymonnaz indicó que forma parte de los usos y costumbres que, más allá de la marca institucional del Gobierno, cada gobernante tenga su propio “sello de gestión”. Al respecto, comentó que hasta hace no mucho los contenidos del gobernador Gustavo Bordet en redes cerraban con la leyenda “Gustavo Bordet”.
A la funcionaria también se le interrogó sobre aspectos de los legajos contenidos en el juicio. En particular el Ministerio Público quiso saber si tuvo participación en el armado del parador en Mar del Plata, pero Deymonnaz fue ajena a esa actividad desarrollada por Turismo.
Dos testigos cerraron la jornada. Fueron los hermanos Guillermo y Germán Berger, realizadores audiovisuales titulares de la firma “El Buey Solo”, responsables de la realización de los spots de la Cumbre sospechados. Ambos fueron contestes en señalar que habían realizado los videos a manera de promoción, que no fueron contratados por el Estado y que la iniciativa surgió de ellos debido a que en esos años militaban en una organización peronista denominada “La Artigas”.
Imprentas
El legajo de las imprentas fue sobre donde más se ha trabajado hasta el momento en las audiencias. En esta jornada, dio su testimonio Rubén Ciscato, titular de la imprenta homónima de la ciudad de Santa Fe.El testigo afirmó que no tenía vínculo personal con TEP y Next ni conocía a sus dueños Emiliano Giacopuzzi; Maximiliano Sena y Alejandro y Luciana Almada. Cabe señalar que para la acusación estos cuatro son meros prestanombres y que el verdadero propietario es Juan Pablo Aguilera, pareja de Luciana Almada y cuñado de Urribarri.
Ciscato relató que el vínculo comercial con las firmas de Paraná recaía en un empleado al que identificó como Roberto “Beto” Giaque que era quien realizaba los presupuestos y preparaba el material. Además, dijo haber tenido una persona que se encargó hasta hace un tiempo de la administración, una joven a la que identificó como Victoria. Ella renunció y, en esa función, comenzó a operar la hija de Ciscato.
El imprentero relató que había venido en una oportunidad a traer material a la sede de calle Racedo de las empresas (la identificó como un bulevar ubicado frente al ferrocarril). Y que allí conoció a Aguilera, quien se presentó y recibió el material y con quien intercambió unas palabras de ocasión.
A pesar de que se le preguntó de varias formas, no pudo explicitar cuándo fue ese encuentro ni qué material estaba entregando. Las defensas intentaron confirmar si eran elementos de campaña del PJ pero el testigo no supo precisar.
Además, dijo que no le gusta “trabajar con políticos” porque no los quiere. Y que prefería que su empresa no tomara encargues de partidos en campaña porque complicaba el cumplimiento con clientes permanentes.