El procedimiento era un allanamiento dispuesto por la Fiscalía en el marco del legajo de investigación de las “Imprentas”, en la que se investigaba la presunta desviación de fondos públicos a través de publicidad y la cartelización de publicidad en vía pública. En una casa lindera a la sede de las empresas TEP, Next y Formato Urbano, se había encontrado un disco rígido.
Elberg en su testimonial, los hechos que narró contradijeron las actas que elaboró la fuerza federal sobre ese procedimiento.
Uno de los elementos fundamentales fue el factor tiempo. El empleado municipal señaló que llegó a la casa a eso de las 11 y estuvo allí hasta las 11:30. Antes de irse firmó un acta específica del secuestro que se le exhibió y donde reconoció su rúbrica. Pero en el documento oficial del allanamiento se estableció que el operativo del disco comenzó a las 13. Elberg descartó de plano eso, señalando incluso que tiene hijos en edad escolar que debía retirar sobre el mediodía y que ese día cumplió con esa responsabilidad.
Es decir: existe una diferencia horaria de dos horas entre lo que efectivamente ocurrió y lo que se registró en el documento público incorporado como prueba al proceso.
También se le mostró otra acta, donde constaba todo el procedimiento de allanamiento, pero allí no reconoció su firma. Ese documento tenía hora de cierre a las 20, casi nueve horas después de que Elberg había abandonado el lugar. El testigo mencionó varias veces que no volvió al lugar ni fue citado con posterioridad por la Policía Federal para trámite alguno.
Otra diferencia sustancial es el escenario en que se produjo el secuestro del disco. La Policía Federal registró en el acta que a las 13 llegaron a la residencia junto con los testigos (Elberg y una mujer), notificados del hallazgo del disco por la dueña de casa. Y que allí procedieron a secuestrar el elemento e iniciar la cadena de custodia.
El empleado municipal negó eso. Afirmó bajo juramento que cuando fue llevado por los uniformados al lugar de los hechos, ya había personal policial dentro de la sala de estar de la casa, algunos estaban trabajando en computadoras y el disco rígido estaba envuelto en una bolsa y en manos de un oficial de la Federal. Al arribar, fue recibido por un agente fiscal (que no pudo identificar) quien le pidió el artefacto al uniformado, se lo mostró y le dio las explicaciones de lo que había pasado con anterioridad.
Elberg también recordó que la otra testigo civil del procedimiento le había comentado que había llegado al lugar de los hechos momentos antes. Y que se fueron juntos del lugar tras firmar un acta. No tuvo presente si leyó el texto o si le dieron lectura.
Asimismo, trajo a colación que fue llamado a una entrevista en el Ministerio Público Fiscal hace dos meses. Y destacó que no fue videofilmada, contrariamente a lo que indica el procedimiento. Elberg fue uno de los 47 testigos de los que desistió Fiscalía hace dos semanas. Las defensas mantuvieron su convocatoria y por eso estuvo hoy frente al Tribunal de Juicio.
Las inconsistencias entre lo expuesto por el testigo y lo que consta en el acta, además de que no reconoció su firma en una de ellas, generó una controversia entre el abogado Raúl Barrandeguy y la Fiscalía. Fue cuando el defensor hizo foco en las inconsistencias del documento elaborado en el allanamiento, planteo que fue interrumpido por los acusadores quienes esgrimieron que aún no habían interrogado al testigo. El presidente del Tribunal de Juicio, José Chemes, ordenó salir al declarante. Como corolario del acalorado intercambio de opiniones, Barrandeguy dejó sentada la posibilidad de que el Ministerio Fiscal deba iniciar una actuación por presunto falseamiento de documento público.
No es la primera vez que los testigos contrarían la versión de Fiscalía sobre el secuestro del disco rígido. Esta situación ya había generado protestas de las defensas sobre la validez de la prueba, debido a que en los puntos ciegos de la ruta hasta llegar al expediente pudo haber sido manipulado.
Luego de Elberg prestaron declaración los testigos que intervinieron en el proceso de selección y preservación de páginas web relacionadas con la causa del parador en Mar del Plata, principalmente. Debido a la escaces de recuerdos de la que hicieron gala, sus testimoniales fueron cortas y aportaron poco y nada al proceso.