Los anfitriones fueron el intendente Alfredo Francolini y el Secretario de Gobierno, Fernando Barboza, quienes recibieron al presidente de la entidad comercial, Adrián Lampazzi; al secretario, Jorge Eduardo Villalta, y al Secretario General del Centro de Empleados de Comercio, Juan José Simonetti.
Los dirigentes que representan al comercio y a los empleados escucharon un detallado informe sobre la situación sanitaria, a la par que pudieron transmitir a las autoridades municipales la “angustia” que embarga al sector. De manera concreta, se habló de la situación de los considerados comercios “no esenciales”, lo mismo que la gastronomía y los gimnasios.
En el encuentro se evaluó lo sucedido durante la semana pasada, puesto que si bien, según las normativas vigentes, varias actividades estaban restringidas, el movimiento de gente fue visible y elevado. La comuna planteó la posibilidad de concretar un pedido expreso de ayuda a las “fuerzas federales”, para procurar un mayor control del cumplimiento de las restricciones.
“El mayor costo de esta etapa de confinamiento lo están pagando los sectores productivos que no pueden trabajar. Semejante sacrificio no tendrá sentido si las restricciones establecidas, sobre todo la de circulación, no se cumple”, razonó Lampazzi.
Medidas fiscales
El intendente puntualizó las medidas de alivio fiscal anunciadas por la municipalidad el viernes último. Los representantes del comercio, más allá de alguna discrepancia puntual, también valoraron los anuncios, bajo la premisa de que, aunque resulten insuficientes para contener a los sectores más perjudicados, se trata de disposiciones acordes con el margen de maniobra concreto con el que cuenta la administración municipal. En tal sentido, lamentaron que Provincia y Nación no hayan tomado decisiones en igual dirección. “Lo que hay de estas últimas jurisdicciones para acompañar la emergencia es escaso y complejo de tramitar”, dijeron.Por su parte, el secretario general del gremio mercantil su preocupación por la situación de los trabajadores, en particular los de aquellas empresas que por estos días no desarrollan sus actividades con normalidad y que próximamente deben abonar sueldos y aguinaldos.
Desde la gestión municipal confiaron en que, transcurridos estos días de fuertes restricciones, siempre que haya responsabilidad ciudadana en el cumplimiento, la situación sanitaria mejorará y se podrá recuperar una mayor actividad.
Modalidades de protesta
Seguidamente, en el comunicado remitido a Diario Río Uruguay desde la entidad, se subraya que “la conducción del CCISC dejó en claro que no avala las modalidades de protesta utilizadas por algunos sectores”.Agregando Lampazzi que “entendemos y comprendemos la disconformidad, porque nosotros también sufrimos en carne propia éstas restricciones, pero no podemos respaldar formas de expresión que ponen en riesgo en primer lugar a los mismos manifestantes y a la sociedad toda”.
Enseguida explicó que la entidad que preside apela a otros mecanismos para expresar el descontento y las inquietudes. “Hay un canal de diálogo que está abierto. La semana pasada hemos entregado notas en el municipio, a solicitud de más de 50 comerciantes, requiriendo medidas. Se trata de hallar métodos que no arriesguen la salud de la gente”, enfatizó.
La reunión también sirvió para hablar de otros asuntos, mirando hacia el corto y mediano plazo. Por ejemplo, la instrumentación del proyecto del Centro Comercial a Cielo Abierto. También se evaluó la necesidad de una reapertura de la frontera con el Uruguay, al menos para los ya vacunados, en base a una reglamentación que habilite a cruzar a salteños y concordienses que ya recibieron las dosis correspondientes. “Más que nada, se buscaría recuperar el tránsito vecinal fronterizo, el habitual de un día para el otro, o por pocas horas”, se especificó.