Diario Río Uruguay nació con una severa crisis de identidad, ya que en rigor no fue -ni tampoco es- un diario convencional. Le cabría la categoría de sitio de actualización permanente de noticias. O al menos eso pretende ser.

Por fortuna, pero también por constancia y responsabilidad en el trabajo, tras estos ocho años de búsqueda pudimos colocar a este portal como el sitio periodístico más leído y referenciado de Concordia y la región de Salto Grande.

Fuimos aprendiendo al descalabrar teclados y preceptos académicos en igual medida, porque quienes trabajamos en esta redacción pertenecemos a ese elástico eslabón que conecta al periodismo tradicional -de hasta hace una década- y la prensa multimedia de evolución permanente. Una especie de homo-ciber que corre tras un colectivo que no se detiene en ninguna parada.

Desde aquel primer artículo periodístico y la primera foto publicada ya pasaron casi ocho años. Los resultados están a la vista. Como dijo el poeta Pablo Neruda, “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”.

Es por eso que de esa precaria plataforma sólo queda el nombre de Diario Río Uruguay y (lo más importante) el convencimiento de que también aquí, en este preciso momento, se produce un acontecimiento que merece ser contado, con la rapidez y los recursos que la tecnología hoy nos ofrece.

Asimismo, también perduran la rigurosidad para contar los hechos, la honestidad intelectual de reconocernos humanamente subjetivos y el convencimiento que por más que la tecnología evolucione, en cada extremo de ese virtual puente de color gris acero siempre habrá una persona. De este y del otro de la pantalla.