Adelantó que la idea "es que llevar banderas, bombos, carteles, sillones y sombrillas para poder pasar hasta la tarde; visibilizando el reclamo".
Su caso
"Yo soy escribana, uruguaya pero hace 12 años que vivo en Concordia y formé mi familia acá", explicó. Subrayando que "desde que me recibí vengo trabajando en Salto hasta que pasó lo que pasó con la pandemia y nos cerraron la frontera".La profesional citó que "tuve que pasar obligada en mayo, por una situación de mi mamá que se enfermó, la terminé perdiendo en junio y cuando quise volver a Concordia me tuve que dar toda la vuelta - con el estado de ánimo como estaba - ir a Montevideo, quedarme una noche, hisoparme y embarcarme en un Buquebus en un salón lleno de gente, llegar a Buenos Aires y de ahí venirte para acá".
"Es una suma de dinero imposible para nuestros bolsillos por más que trabajes muy bien: es una locura estando a escasos kilómetros y habilitando el cruce de la represa para personas con razones de trabajo, familiar o de asistencia médica", remató.
En ese sentido, ejemplificó con que "yo tengo mi mutualista en Salto y desde que cerraron las fronteras no puedo hacerme los controles médicos en el medio de una pandemia".