"Se quedaron acá y queremos darlos en adopción responsable porque nosotros no podemos tenerlos", expresaban sus autoridades. En efecto, se pedía a los voluntarios o vecinos que quisieran adoptarlos, que se presenten con una caja o un recipiente porque "no se dejan atrapar y son medios ariscos".
Es que, el edificio de Rivadavia y Carriego estaba en remodelación y a las autoridades del museo se les hacía imposible cuidarlos a todos los ejemplares.
Menos
Consultada al respecto, ya en la actualidad, la directora del Museo de Antropología y Ciencias Naturales, Silvia Leticia Cettour, explicó que afortunadamente "los gatitos ahora son muchos menos". En declaraciones radiales, destacó que "algunos se fueron yendo, otros, lamentablemente aparecieron muertos y no sabemos por qué motivo".Hubo muchos que "los llevaron, los adoptaron, ahora hay menos y con la ayuda de las vecinas de la zona, que han llevado comida, los cuidaban, los llevaban al veterinario, están bien cuidaditos", comentó.