“Una ventana a la historia de la ciudad” es lo que ofrece Margaritini en su obra, donde establece que “en el relato ‘oficial’ de Concordia quedan renglones en blanco sobre la participación de los masones en la construcción social”.
Al respecto, el autor manifiesta que “la historia instalada de la ciudad tiene como eje central a la Iglesia Católica, omitiendo la presencia activa de otras instituciones e individuos, entre ellas la masonería, la que a finales del siglo XIX llegó a contar en sus filas con más de 150 miembros, muchos de ellos ejerciendo cargos claves”.