Al salir del lugar, la mujer se encontró con que su auto, que se encontraba estacionado en calle Saavedra a mitad de cuadra, extrañamente “estaba corrido del lugar, parado frente a un garaje”.
A raíz de esto, comentó que “me percato de que yo no lo había dejado así y cuando mi hijo da la vuelta par subir por el lado del acompañante, ve que nos habían chocado”.
En ese entonces, Verónica regresó al consultorio y consultó con la gente del lugar si alguien sabía algo al respecto, por lo que “el conserje y un señor mayor que vivía ahí cerca me dijeron que habían escuchado un gran impacto en el transcurso ese en el que yo estuve dentro del instituto y me comentaron que se desprendió un carro de una camioneta y quedó delante de mi auto, por lo que un hombre lo volvió a enganchar y se fue del lugar”. Tras conocer este detalle fue que “buscamos en las cámaras de la zona, pero no pudimos ver la patente de la camioneta”.
Al respecto, Verónica subrayó que “yo no busco hacer juicio ni problemas, pero si tiene una camioneta de gran porte como las nuevas, casi todos pagamos seguro” en este caso “él no tendría que poner un peso, porque si viene y hacemos la exposición policial, el seguro me cubriría todo a mí”.
Entre otras cosas, explicó que “el auto es lo único que tengo de gran valor y es lo único que tengo de fondo si el día de mañana se me complica pagarle la facultad a mi hijo y, por lo que estuve averiguando, el arreglo me sale muy caro y me resulta imposible solventarlo”, motivo por el que solicita que el conductor involucrado “se contacte conmigo y me acerque los datos del seguro”.
Según las palabras de Raggio, era “una de las camionetas nuevas de doble cabina color blanca”, que en el momento del accidente “dobla en la esquina que iba a Saavedra y, por la velocidad que llevaba, se le desprende el carro e impacta de lleno sobre mi auto, que es un Clio 2005 color verde”. Sobre los daños que le provocó el impacto, precisó que se vio afectado “todo el costado trasero del auto”, porque “me reventó la mica, me quebró el paragolpes, me abolló la chapa y me sacó de eje la rueda”. Además, contó que “me tuve que venir con la rueda raspando desde Concordia hasta Basavilbaso porque no tenía en qué venirme y tenía que trabajar”.
Por último, mencionó que “el mecánico me dijo que por el mismo impacto se ha roto algo adentro, pero que hasta que no lo desarme no puede llegar a saber qué es y solamente por la mano de obra me costaría unos 300.000”.