En diálogo con Diario Río Uruguay, Corthey explicó que la actual investigación que lleva adelante, para avanzar en lo que ya se sabe de la producción de energía eléctrica a partir de luz solar, se remonta a la ciudad de Hamburgo, Alemania, donde “me encontraba haciendo un postdoctorado estudiando la utilización de técnicas para estudiar los procesos físicos y químicos que ocurren en la generación de energía eléctrica a partir de energía solar”.
En otras palabras, precisó que “si uno tiene un material que quiere utilizar para generar energía eléctrica a partir del sol, lo que ocurre es que se absorbe luz por ese material, donde se produce un proceso físico, una separación de cargas que genera luego la electricidad”.
Fracciones de tiempo increíbles
Seguidamente, aclaró que “para estudiar estos procesos, que ocurren en una escala de tiempo muy corta, se necesitan técnicas especiales y muy avanzadas de caracterización de esos materiales, que son láseres que tienen pulsos de una duración muy corta, ya que los procesos ocurren en una escala de tiempo de los ciento picosegundos, que equivalen a 0,000000000000001 segundos”.Entonces, para estudiar tales procesos “necesitamos equipamiento especial y la idea en ese momento fue crear en la Universidad de San Martín un laboratorio que permita estudiarlos”, proyecto que “estuvimos realizando todos estos años y hoy tenemos la capacidad para realizarlo”.
Sobre la puesta en marcha del laboratorio, Corthey repasó que “yo volví de Alemania en el 2018 y desde ahí empezamos a trabajar en este laboratorio”, pero “recién en el 2023 tuvimos el lugar físico para instalarlo y, a partir de ahí, empezamos a armar todos los equipos, ya que muchos son aparatos que fabricamos y armamos nosotros, lo que lleva bastante tiempo”.
Además de esto, consideró que “la situación actual de la educación superior y de la ciencia en el país es realmente lamentable y sin perspectivas de que mejoren en el corto plazo los presupuestos que hay para los subsidios de investigación, que son los que se necesitan para hacer ciencia”. Aún así, manifestó que actualmente “tenemos algunos fondos de parte del estado para funcionar este año, muy poco, pero con eso y con el personal que tenemos, un becario doctoral del CONICET y varios alumnos de grado que trabajan ad honorem, podemos seguir adelante con bastantes cosas”.
Por último, en cuanto a la aplicación de las técnicas que se investigan en el laboratorio, subrayó que “no hay que buscar una aplicación rápida y directa”, ya que “hay que tener en cuenta que lo que se hace es generar un ecosistema de personas que trabajan y se forman en algo que después lo pueden aplicar a distintas cosas” y, por el momento, “que busquemos nuevos materiales que puedan tener potenciales aplicaciones en la conversión de energía solar ene energía eléctrica no significa que vamos a sacar un nuevo material para usar en un panel solar arriba de la casa, sino que a un futuro bastante lejano puede haber un material que se favorezca de los conocimientos que salgan de estas investigaciones”.
A su vez, destacó que “tenemos otra línea de investigación que se basa en la construcción, el desarrollo y el diseño de equipamiento de laboratorio de fuentes abiertas”, que consiste en “aparatos de laboratorio que construimos nosotros, cuya toda información requerida para volver a fabricarlos es pública y uno puede acceder a ella para recrearlos”.
Concordia y sus estudios
Consultado sobre su formación escolar, Corthey recordó que en Concordia “fui a la escuela Vélez Sarsfield en primer y segundo grado, después fui a Los Naranjos y casi toda la escuela primaria y secundaria la hice en Capuchinos”.Luego de esto, continuó sus estudios en “La Plata, en la Licenciatura de Química, porque me gustaban mucho las ciencias en general”. Una vez finalizado su ciclo, comentó que “si uno quiere hacer investigación, el primer paso que tiene que hacer después de recibirse es un doctorado, que consiste en estar unos 4 o 5 años trabajando en un grupo de investigación tratando de descubrir cosas nuevas en un campo de la investigación”, motivo por el que pasó “4 años trabajando sobre todo en estudiar nanopartículas de distintos metales para entender mejor esos procesos”.
Finalmente, detalló que “cuando terminé el doctorado, decidí cambiar un poco de tema y me fui a Hamburgo para aprender este tipo de técnicas que estoy aplicando acá en Argentina”.