En diálogo con Diario Río Uruguay, Melina, quien resultó herida cuando atravesaba el puente, recordó que en aquel momento “yo iba parada y sentí un golpe muy fuerte”, por lo que “habrá sido con una gomera o algo así”. Al acercarse al vehículo, el proyectil “no rompió ningún vidrio, pasó por la ventana y me pegó en el ojo derecho”, por lo que “caigo hacia atrás por la fuerza del impacto, empecé a sentir un dolor intenso en toda la cabeza y, al ver esto, la gente del colectivo se paró a ayudarme” detalló.
Frente a esto, en el auto de un voluntario, Melina fue asistida en el Hospital Carrillo, donde “me atendieron inmediatamente cuando vieron que tenía mucha sangre en la cara, porque me había hecho dos cortes en el ojo”, explicó.
Melina valoró que “los dueños de la empresa –de la línea 6- se hicieron cargo de todos los gastos de todo y, hasta el día de hoy, nos están acompañando”.
A raíz del impacto, “tuve que ir muchas veces al oftalmólogo” dado que era necesario que “sane un poco para que se viera mejor” la gravedad de las heridas. Los profesionales “hicieron muchos estudios y pudieron encontrar que se me había roto el cristalino del ojo” que, “al romperse, larga un líquido que me está produciendo cataratas, tengo mucha inflamación y muchas otras cuestiones que no entiendo”, precisó.
Recuperación
Por otro lado, Melina contó que “este lunes me dijeron que tenía que hacerme una cirugía urgente para poder arreglar eso, porque me tienen que poner una prótesis que me pueda sostener el cristalino” y “el oculista me dijo que esta no sería la única operación que vaya a necesitar, porque vamos a ver progresivamente lo que pasa”.Asimismo, subrayó que “lo importante es mantener la visión que tengo ahora, porque veo muy nublado y puedo identificar algunas cosas, pero no veo bien”, por lo que “la idea es mantener eso y, de ser posible, mejorarla”.
Afortunadamente, “es probable que me opere la semana entrante, porque el seguro se tenía que hacer cargo de los gastos de la cirugía y este viernes nos dijeron que ya estaba todo, que ya se habían hecho cargo”.
Por último, Melina lamentó que “por un tema de cuidados, de no forzar la vista y evitar seguir dañándola, tuve que dejar este año y no cursar el segundo año del profesorado de matemática, lo que me llenó un poco de impotencia”, además de que “tengo que seguir haciendo reposo y no puedo hacer cosas” que requieran de la fuerza.