En el repaso de sus triunfos, mencionó que “la carrera que más me marcó en 2024 fue con un caballo llamado Western Orpen, de la caballeriza Las Monjitas. Me dieron la libertad de correrlo adelante, y en un momento venía por 12 cuerpos. Nadie pensó que iba a ganar, ¡y ganó! Ese día, además, completé mi doblete en San Isidro”.
Además, indicó que “con el caballo con el que más linda relación tuve fue con Etoo. Lo corrí cinco veces en Buenos Aires, logrando tres segundos puestos, y los demás fueron ‘place’. Lo vendieron y lo enviaron a Santiago del Estero, donde tuve la suerte de que me llamaran para correrlo y pude ganar el Clásico Madre de Ciudades”.
También manifestó los puntos negativos que tuvo en el año. “Siempre aparecen obstáculos en el camino. El mío fue no tener la cantidad de montas ni caballos que tuve el año pasado, lo que me llevó a ganar menos carreras. Pero la clave, creo, fue mantener el ritmo de trabajo y ser constante”, sostuvo.
Pensando en el camino que le queda por recorrer, la jocketa expresó que siempre piensa en su futuro. “Me encantaría irme a probar suerte al exterior, a lugares como Estados Unidos, Australia, Noruega y otros muchos donde la hípica es más desarrollada que aquí”.
