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Según explicaron desde el complejo deportivo, a la hora de realizar actividad física en verano es importante “comprender la diferencia entre cuestiones estéticas y saludables” para entrenar, además de “ser conscientes de los riesgos y cuidados que debemos tener al realizarlo con altas temperaturas”.

Esto se debe a que, cuando el termómetro marca alrededor de 30°C, “hacer deporte al aire libre, bajo el sol, puede implicar un riesgo para la salud” acompañado de “deshidratación, agotamiento, mareos o golpes de calor”, que son algunos de “los problemas a los que nos podríamos enfrentar si no tenemos ninguna precaución”.

Por eso, recomiendan “no dejar de lado nuestras rutinas, pero sí debemos cambiar algunos hábitos para practicar la actividad de manera saludable”, teniendo en cuenta “las señales que nos envía el cuerpo para alertar que se debe parar si el calor nos está afectando”. Asimismo, destacaron la importancia de conocer “cómo actuar ante los síntomas del calor y cómo hidratarse durante la actividad”.
Síntomas del calor
Desde Maranhao precisaron que, cuando se “cometen errores como salir a correr bajo altas temperaturas, a pleno sol y con poca hidratación, a nuestro cuerpo le resulta más difícil autorregularse”, por lo que “nos avisa de que algo falla” a través de una serie de síntomas “que podemos sentir durante o luego de la actividad”.

Entre ellos, destacarón:

- Pérdida de eficiencia.
- Mareos y pérdida de equilibrio.
- Calambres (dolor agudo en las piernas y/o abdomen).
- Aumento de la temperatura de la piel.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida de fuerza.
- Contracturas.
- Agotamiento.
- Sensación de sed.

¿Cómo actuar al respecto?

- Dejar de realizar la actividad deportiva de forma inmediata.
- Tomar bebidas isotónicas, que además de hidratar, remineralizan el organismo.
- Si notamos mareos, tumbarnos y elevar las piernas.
- En el caso de calambres, masajear los músculos afectados.
- Darse un baño de agua fría (no helada) ayuda a la recuperación.
Hidratación
Por otro lado, recordaron que durante esta época “se recomienda mantenerse hidratado todo el día, sobre todo cuando se realiza una actividad física con altas temperaturas”, por lo que es bueno “tener siempre una botella de agua con nosotros”.

No obstante, precisaron que “beber más de un litro por hora tampoco es recomendable, ya que diluye los niveles de sodio en la sangre”.

Además, indicaron que “las bebidas energéticas son buenas para obtener azúcar y sodio de forma rápida”, pero “tampoco hay que abusar de ellas, ya que no son adecuadas para todos”, como es el caso de “los hipertensos, que puede aumentar la tensión”.
A tener en cuenta
Finalmente, destacaron que “un calor intenso no tiene por qué afectar a nuestras rutinas físicas o deportivas, siempre que sepamos cómo ejercitarnos sin correr riesgos”.

Debido a esto, repasaron una serie de cuestiones a tener en cuenta a la hora de entrenar:

- Elegir bien el horario. No salir a practicar deporte durante las horas centrales del día en las que las temperaturas están más altas. Buscar alternativas como lugares con sombra, espacios bien aireados, etc.

- Para evitar la deshidratación, justo antes de la actividad física y durante el ejercicio, cada 20-30 minutos se debería beber unos 200 ml-400 ml de agua.

- Usar ropa ligera, transpirable, cómoda.

- Protegerse la cabeza con gorras, bandana, pañuelos, etc.

- Ponerse protector solar, es tan fundamental como hidratarse.

- Si se practica actividad en horas de mucho calor, es recomendable reducir la intensidad de esta actividad respecto a la que haríamos normalmente.

- Dormir entre 7 y 8 horas. Si las altas temperaturas no nos han dejado conciliar el sueño y el descanso no ha sido el adecuado, deberíamos disminuir la duración de la actividad deportiva.

- Recordar que en deportes como la natación o actividades que no se nota tanto el calor al estar en contacto con el agua, también tienen un riesgo bajo altas temperaturas. Es imprescindible estar bien hidratado ya que, aunque menos que en otros deportes, también se van perdiendo líquidos.