El objetivo es expandir la frontera productiva de la región, lograr un mejor posicionamiento en los mercados y aumentar la generación de empleo agropecuario junto a otros sectores vinculados.
Proceso
El presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA), Alejandro Pannunzio, destacó que las partes intervinientes en el proyecto están de acuerdo en el “proceso de mejoramiento”.Es que, el objetivo requiere de “recursos humanos calificados – algo que el INTA los tiene y la UNER también – además precisa de técnicos de nuestra asociación y luego, obviamente, se requiere del financiamiento; por lo que hemos tenido un apoyo importante del gobierno provincial y de CTM”, precisó el profesional.
Variedades
En diálogo con Diario Río Uruguay, Pannunzio contó que las variedades actuales de arándano que fueron plantadas en Concordia “fueron desarrolladas, casi todas ellas, por la Universidad de la Florida, en Estados Unidos”.Apuntó que "algunas características de esa zona son iguales a las nuestras, como algunos suelos arenosos y un régimen pluviométrico de alrededor de 1000 a 1500 milímetros”. Sin embargo, argumentó, “hay otras características que se desarrollaron, cruzando plantas, y obteniendo nuevos individuos de los cuales uno puede decir este lo quiero, este no…”.
En ese sentido, el dirigente comentó que “algunos de esos mejoramientos llevados adelante en otros países, se pueden adaptar parcialmente a nuestras necesidades; pero otros no, porque muchas de esas necesidades son propias”.
Local
Por último, el titular de APAMA agregó que “nosotros necesitamos una variedad que sea muy temprana y que empiece a producir en julio/agosto, como para tener una cosecha larga; de unos 6 meses”.Con eso "podríamos dar trabajos durante 6 meses, que los campos de la región provean la fruta fina por ese tiempo y que la puedan vender”, resaltó. Subrayando que, en los orígenes, en Concordia y la región “se producía la fruta pero por solo dos semanas”.
En síntesis, “hace falta proveer al mercado durante más tiempo, como para tener la estructura de recursos humanos durante más tiempo”, citó. Y, algo también muy importante, “es que necesitamos que sea una fruta firme, con una poscosecha larga”.
“Como hay fruta en todo el mundo, no se puede mandar la fruta por avión – porque no hay modo de afrontar ese costo - entonces tiene que ir por barco, por un costo menor de flete; pero tiene que aguantar 30 días para llegar a destino”, remató.