En contacto con Diario Río Uruguay, el productor comentó que las temperaturas bajo cero se extendieron durante toda la madrugada, por lo que “debimos poner en marcha los equipos de riego por aspersión, que se abastecen de los acuíferos de la zona, con un agua a temperatura promedio de unos 20,6 grados”.
“Lo que hacemos es mojar el cultivo de manera continua, con eso se provee una lámina de agua que de alguna manera contrarresta el efecto de las heladas”, detalló.
Variedades
En ese sentido, el profesional aclaró que en la zona “hay variedades diversas de arándano, por lo que las más tempranas, en este momento ya tienen fruta verde y alguna con color hay”. A esa variedad “la tenemos que proteger porque si no el fruto se daña, entonces lo que se hace es con el agua que se tira es que pase de líquido a sólido – de 20 grados a 0 – entonces ahí cede calor”, ilustró. Subrayando que ese calor “va hacia la planta y en la superficie de contacto se dirige el calor desde el hielo hacia la fruta, protegiéndola”.
Proceso
Ya alrededor de la media mañana, “se apagarán los equipos y ahí el hielo vuelve a cambiar de estado, pasando a agua, por lo que necesita calor y se lo damos con el riego hasta que desparece, dando por concluida una noche larga”.Pannunzio aprovechó la oportunidad para agradecer “a todos los trabajan en esto, porque es muy grato cuando sale el sol y todo funcionó bien: a veces no sale de la mejor manera”.