Estos guarismos superaron ampliamente las previsiones presupuestarias para el año que culminó. En el mensaje que el gobernador Gustavo Bordet envió a la Legislatura en octubre del año pasado se evaluó, “los recursos tributarios de origen provincial se han estimado en $ 44.387.435.000, lo que representa un incremento aproximado del 30,0% con respecto a la ejecución proyectada del Ejercicio 2020”.
La diferencia entre lo efectivamente recaudado y la proyección hecha a fines del 2020 se ubicó en alrededor de $ 15 mil millones de pesos. Teniendo en cuenta que el promedio mensual de la recaudación durante 2021 se ubicó en el orden de los 5 mil millones de pesos, podría considerarse que en materia tributaria el gobierno provincial tuvo un año de 15 meses.
Corresponde también mencionar que la variación de la recaudación provincial se ubicó 20 puntos por encima de la variación de precios anual. Esto implica que, en términos reales, la Provincia contó con más recursos para atender sus gastos de funcionamiento.
Consumo
Esto queda aún más marcado cuando se observa el desempeño del impuesto sobre los ingresos brutos, que representa el 60% de la recaudación provincial.Este gravamen recae principalmente sobre el comercio y lo servicios (industria y actividad primaria están exceptuados casi por completo) por lo que es un termómetro ideal para medir el nivel de consumo de bienes y servicios.
Entre 2020 y 2021, la variación positiva de este tributo fue del 89%, casi 40 puntos por encima de la inflación. Se pasó de $ 22.450.961.081 a $ 39.982.346.294. En pesos el crecimiento fue de $ 17.531.385.213. Esta mejora también se ubicó muy por encima de las proyecciones presupuestarias, que esperaban una mejora de apenas el 66%.
Por último, corresponde señalar que el impuesto inmobiliario resultó el segundo en importancia, representando un 15% con respecto al total de la recaudación y que en tercer lugar se ubicó el automotor, con una implicancia del 9%.