
Al respecto, manifestó que el protocolo “nos da una herramienta legal para poder actuar frente a esta ola que tiene que ver con distintas estrategias de enseñanza, acercamiento y estabilidad de los estudiantes en la escuela”, lo que puede significar “una disminución horaria y la prolongación de esa disminución a través de actividades extra áulicas, como puede ser a través de internet”, con un principal foco en “que no hay que perder el vínculo con el estudiante”.
Según sus palabras, lo que motivó la implementación del protocolo fue el hecho de que “hay escuelas que sabemos que no tienen siquiera ventiladores y cuentan con mucha cantidad de alumnos” , pero a su vez, se debió considerar el funcionamiento de espacios fundamentales “como los comedores, por eso era indispensable ver cómo arbitramos para que los chicos se alimenten, algo que también se tuvo que pensar y proyectar en esto”.
De esta manera, a raíz de los continuos días de intenso calor, las diferentes instituciones de Concordia aaplicaron la mencionada circular 5/25 “para instrumentar reducción horaria, intercambiaron turnos, pusieron distintos cursos para la atención y dedicaron espacios a través de internet” para seguir adelante con la clases.
Finalmente, Barrios consideró que “todo inicio significa una prueba piloto y también es bueno para decir que el trabajo virtual no tiene que ser algo que pasa hoy o que pasó durante la pandemia, no es sólo una herramienta para emergencias, sino que tiene que ser un trabajo continuo de todo el año y presente dentro de la educación”.