La historia de Maranhao
El inicio del reconocido complejo de la ciudad de Concordia se remonta a 1982, cuando junto a su amigo "Ruly" Escher abrieron el primer Maranhao, con un propósito muy claro: brindar salud, honrando la calidad y el profesionalismo.Según sus palabras, en aquel entonces “yo era fan de los gimnasios”, por lo que al terminar sus estudios, junto a Escher “queríamos estar en forma, queríamos cuidarnos y cuidar a la gente, por lo que empezamos con un gimnasio más deportivo, con distintos tipos de canchas”.
Con el correr de los años “le fuimos dando forma, fuimos agregando lo que a la gente le gustaba y necesitaba”, teniendo siempre en cuenta “la evolución que ha tenido el fitness en cada década, que se ha ido modificando y teníamos que correr a ese ritmo, tratando de encontrar la manera de mantenernos arriba de la cresta”, comentó.
Los 5 complejos
Por otro lado, Héctor precisó que, a lo largo de su historia, Maranhao recibió a sus alumnos en 5 complejos diferentes.“Arrancamos con Ruly en San Luis y Urdinarrain, en donde antiguamente era la panificadora Ortelli, una esquina en la que teníamos cancha de vóley, cancha de fútbol, gimnasio y salón”, recordó el entrevistado.
Después “nos fuimos al primer gimnasio con aparatos, que fue en calle Pellegrini 1160 (esquina Liniers), pero la gente extrañaba los juegos de vóley, los partidos de fútbol, por lo que hicimos otro gimnasio con pelotas y canchas en calle Ramírez 77”, precisó.
Sin embargo, contó que “con el correr de la vida nos fuimos separando, él –por Escher- se dedicó más a la gimnasia deportiva y yo seguí con el gimnasio de calle Pellegrini, junto a mi primo, el Chino López”.
Fue durante la época del tercer complejo cuando “tuve el golpe más fuerte que he tenido en mi vida”, destacó Héctor, que fue “la muerte de Ruly en un accidente de motociclismo”.
Posteriormente, Héctor continuaría con el desarrollo del gimnasio, esta vez en “calle La Rioja 580, donde también luego funcionaron otros gimnasios”. Pero en ese lugar “tuve otra mala noticia, cuando nos notifican que el Chino López fallecía en otro accidente”, recordó.
“Así se fue el cuarto gimnasio y surgió el quinto", en su actual sede de Pellegrini y 3 de Febreo, "que lo encaré solo y ahora sigo al frente con mi hijo Tomás" y admitiendo que está en una etapa " de transición", para que su hijo se haga cargo "del manejo del gimnasio”, destacó.
El paso del tiempo y su objetivo
En cuanto a las diferentes actividades y métodos de entrenamiento que surgieron década tras década, Héctor valoró que “yo, personalmente, comprendí que el cuerpo humano siempre fue igual; había que cuidar las articulaciones, mejorar la capacidad cardiovascular, mantener el tonismo muscular, desarrollar la fuerza y la flexibilidad, siempre los mismos objetivos”.Por eso, aclaró que “no es que hoy en día salió un invento que hará algo distinto para el cuerpo”, sino que “surgieron diferentes modismos y maneras de interpretar el ejercicio, que funcionan como motivadores, tal vez, para aquellos no muy amantes” de la actividad física. Sin embargo, “en Maranhao, durante estos 40 años, apuntamos a saber asesorar a la gente sobre las actividades que necesita su cuerpo de acuerdo a sus necesidades”, base que “sigue latente”, puntualizó.
Celebración
Finalmente, el Tote comentó que con motivo de tan larga trayectoria, “vamos a tomarnos todo el año como festejo, porque no cualquiera puede estar 40 años en un sistema empresarial de esta manera”.Por eso, a lo largo del 2022, “vamos a estar arreglando y decorando distintas áreas del complejo, tal y como arreglamos el salón de fitness grupal, hicimos la terraza al aire libre".