El comienzo fue accidentado, pero no por los choques en el la pista, sino por la pandemia que los obligó a cerrar a los pocos meses de poner en marcha los motores.
Con el paso del tiempo, “nos autorizaron para abrir las puertas de un 30% de aforo”, con lo que comenzaron a volver los competidores, en un número que se fue ampliando a medidas que flexibilizaban las restricciones.
Igualmente, sigue cumpliéndose con un protocolo que va desde el elemental alcohol en gel y el uso de barbijo, pero también “tratamos que no se llene tanto y la gente esté separada guardando la distancia”.
Colabora en gran medida el amplio parque que el lugar tiene de patio, por lo que la gente “puede aprovechar para tomar mate, los más chicos jugar a la pelota y pasar un buen rato”, remarca María José.
Todos a sus puestos
La metodología de disfrutar del lugar es sencilla. “Las carreras son de un máximo de 4 personas por largada”, donde los participantes tienen “dos primeras vueltas de reconocimiento de pista, tres de clasificación y 12 vueltas de carrera”, tras lo cual hay bajada de bandera a cuadros incluida.En lo que respecta a medidas de seguridad, los competidores están obligados a usar el casco que se le provee antes de subir al karting y que son sanitizados luego de cada uso. A eso se suma que todo el predio está rotulada como “Área Protegida”, con el servicio de una empresa de emergencia privada.
El horario de El Patio Kart es de viernes a a domingo, de 16.30 a 22 horas, anticipando que “para el verano tenemos proyectado estar de 18 a 24 horas, si nos extienden un poco más el horario”, apuntó Facundo.
Para finalizar remarcaron que el lugar tiene concurrencia de todas las edades y que incluso es una opción que en varias ocasiones ya fue elegida como “festejo de cumpleaños, ya que hay opciones de contratación que incluye la pista, más pizas y bebidas”.