Las plataformas no registradas, que carecen de controles y regulaciones, permiten el ingreso de adolescentes, generando que muchos menores comiencen a participar en apuestas ilegales y pongan en riesgo tanto su salud mental como el patrimonio de sus padres.
Según datos de la Asociación de Loterías Estatales Argentinas (ALEA), el 80% de los sitios de apuestas en Argentina son ilegales.
Frente a esta situación, bplay lanza una campaña de concientización junto a Emiliano “Dibu” Martínez, con el objetivo de alejar a los menores de las apuestas.
En este escenario “el Dibu” es contundente y se visualiza “dos argentinos que se encuentran, son dos opiniones encontradas. Para uno el mate es amargo y para otros dulce. Pero si sos menor, no podés jugar. Eso no se discute”, afirma el deportista.
Esta iniciativa forma parte de una serie de acciones que la casa de apuestas online legal, bplay, lleva a cabo para combatir el juego de apuestas para menores de 18 años en el marco del inicio de la Copa América.
De esta manera se alerta sobre los sitios ilegales, que no están registrados en AFIP, no tributan impuestos y no cumplen con los requisitos que impone la ley. Para ingresar como usuario en una plataforma legal, el apostador tiene que brindar información que se verifica automáticamente con el RENAPER, donde se constata que la persona sea mayor de 18 años.
Además, las plataformas registradas cuentan con herramientas para evitar el uso abusivo del juego, como el límite de tiempo o la renuncia voluntaria para que el usuario no caiga en conductas dañinas. Para asegurarse de que se está ingresando en una casa de apuestas registrada hay que chequear que la terminación del dominio sea bet.ar. Solo las plataformas legales y reguladas por el Estado pueden utilizar esa terminación.
La campaña que llevará adelante bplay junto al “Dibu” Martinez tiene el objetivo que los adolescentes tomen conciencia de que apostar, cuando no se tiene la edad suficiente, puede ser riesgoso en varios aspectos.
Los docentes advierten acerca de cambios de conducta repentinos en sus alumnos que, luego se comprobó, eran producto de perder apuestas. Además de afectar el desempeño escolar, el consumo abusivo de estos sitios impacta en la vida emocional de los jóvenes, más proclives a emociones inmediatas.