Los estudiantes son un miembro más en la sociedad a través de un proceso de aprendizaje guiado. Se realizan orientación, entrenamiento y asistencia antes, durante y después del intercambio. Las familias anfitrionas reciben ayuda de miembros de AFS para encontrar juntos al estudiante que mejor se adapte a las dinámicas de la familia.
Los chicos que han venido a nuestra ciudad han elegido el plan de once meses para residir como estudiantes en la capital nacional del citrus y en la ciudad de Chajari, que depende de la sede de Concordia que recibió a jóvenes de Tailandia, Italia y Alemania.
Sobre la inclusión en la vida escolar de los adolescentes, la presidente de AFS Sede Concordia, Norma Díaz contó que “hay escuelas que siempre reciben a nuestros chicos de intercambio”.
En cuanto a la vida social señaló que “se busca que las familias anfitrionas tengan hermanos de la edad de los chicos que vienen así eso ayuda a integrarse a la sociedad”. Además, “es muy importante que estén siempre ocupados, con actividades y vida social”, indicó.
En esta ocasión son tres las familias de la ciudad de Concordia que se encuentran hospedando voluntariamente a los nuevos integrantes de la organización de AFS.
Experiencias personales de los jóvenes de intercambio en Concordia
Alex es de Suiza de Luzern (Lucerna), tiene de 16 años y asiste a la Escuela Crear, sobre su vivencia contó que “vine a Argentina porque me gustaba la idea de venir a América del Sur y pensé automáticamente venir acá, no conocía antes”. Este desconocimiento también se traslado a la lengua, “con el idioma no entendía nada cuando llegue, pero tuve que aprender y aprendí rápido”, cuenta Alex. Su idioma natal es el francés, pero resalta que “el francés y el español son idiomas latinos, y son un poco parecidos entonces me costó menos.”
Alex tiene buena relación con la escuela y los alumnos, reconoce que “al principio fui el centro de atención, todos se me acercaban y me preguntaban de todo”.
Otra de las razones por la que eligió nuestro país es sin duda la comida “me gusta mucho la carne y es todo mucho más barato que en Suiza”.
Respecto a su impresión sobre la sociedad de Concordia, remarca que “me gusta la gente, la sociedad es más abierta, en Suiza son más cerrados, pero acá son todos simpáticos”.
Cedric es de Canadá, tiene 17 años. Su lengua materna es el francés y habla inglés también. Va a la escuela Nº17 “Martín Miguel de Güemes”, más conocida como Comercio 2.
El joven canadiense cuenta que “elegí venir a Argentina para aprender español ya que no sabía nada”.
Entre las actividades que realiza se encuentran las clases de español, y si bien manifiesta su interés por aprender el idioma Cedric cokentó que “yo hablo solamente inglés con mi hermano de acá. Es el único tiempo que no necesito pensar tanto ni mantener mucha concentración. Me gusta ese tiempo, así mi cerebro descansa”.
Entre las cosas que lo sorprendieron en esta experiencia Cedric señaló que en los primeros días que fue a la escuela “las chicas me pedían foto todo el tiempo”.
El joven contó que ha conocido la ciudad porque camina mucho para ir a sus distintas y variadas actividades que realiza: escuela, tenis, clases de español, entre otros.
Paula es de Finlandia, tiene 17 años y va a la escuela Comercio 2 con Cedric. “Elegí venir a Argentina porque quiero aprender a hablar español y porque hace calor. En verano en Finlandia hace 25 grados como máximo, y en invierno -30º”, narra Paula.
La joven finlandesa estudió 6 meses español antes de venir a la región de Salto Grande, aunque “antes no entendía mucho en las clases”. Destaca que “la gente es muy simpática, me encanta que sean así y la escuela me gusta mucho”.
Los tres entrevistados estuvieron de acuerdo en que “hemos asistido a cumpleaños 15, ya que en nuestros países no existe tal festejo, y siempre nos invitan a cumples aunque no sepamos de quienes son.”
Si bien el idioma no es un impedimento para comunicarse, los chicos coinciden en que “el primer mes que llegamos aquí estuvimos muy cansados con dolor de cabeza. Cuando mantenemos un diálogo necesitamos mirar fijamente a la persona, sus gestos, sus ojos, sus labios para poder comprender bien y así poder responderle”.
“Con la organización AFS se aprende, se comparte y se crea lazos que duran toda la vida. Hay muchos mundos por compartir”, finaliza la entrevista Norma Díaz, la actual presidenta de AFS Concordia.