La familia y el momento más duro
La funcionaria recordó a sus padres (su papá de 85 años y su mamá de 79), a quienes no ve desde el inicio de la transmisión comunitaria del virus en Paraná, ya que viven en Nogoyá. “Mi madre da mucha fortaleza todos los días, siempre ha sido así, toda la vida con sus hijos, y todos los días nos da mucha fortaleza como si fuera una niña todavía, no sé si tiene la dimensión de cuál es la tarea y responsabilidad que se tiene, pero realmente ha sido un gran sostén”.
Dijo, acerca de los momentos en los cuales ha llorado durante este período tan crítico, que fue “una sola vez, puede haber sido una situación de sumatoria, porque uno tiene que contener al equipo y se tiene que mantener fuerte y pilotear esta situación, y por lo tanto todas las reuniones que tenemos de equipo tiene que estar muy fuerte, así ha sido el desafío que hemos tenido siempre en Salud, y si bien uno tiene la capacidad de resiliencia frente a cuestiones adversas, somos humanos y a veces el cansancio y la tensión juegan una mala pasada. Fue en silencio y en soledad”.
Ante la pregunta sobre las veces en las cuales no se sintió comprendida o escuchada como pensaba que debía ser, Velázquez refirió: “Yo he tratado de hacer un ejercicio muy grande con la empatía, de ponerme en el lugar del otro y entender por qué a veces hay una negación de la realidad, lo desarrollamos en el equipo para poder entender todas las miradas, las voces, y también las disidencias que pueden aparecer. Pero ha pasado”.
“Uno siempre está teniendo una mirada empática y una comunicación desde la lógica de la situación que estamos atravesando. En eso he depuesto muchas actitudes, sobre todo con el orgullo, el ego, son componentes de la personalidad de quienes estamos al frente de estas situaciones, que requieren de quienes estamos al frente de políticas públicas, que tengamos una apertura, de ponernos en el lugar del otro para poder realizar instancias de acuerdos, de consensos, de diálogos”, remarcó la funcionaria.
Y destacó que “lo desarrollamos con la mayoría, con directores de hospitales, intendentes, nos ha tocado interactuar con muchas autoridades, sobre todo la escucha y el acompañamiento, a toda hora y todos los días de la semana. Lo que pasó paso en Ibicuy al inicio con la directora del hospital, el intendente, al principio hubo negación de la situación, hubo también miedo, desconcierto, y en ese sentido estamos siempre”.
También la funcionaria subrayó que cuando regresó en febrero del último Concejo presencial de Salud, un domingo, llamó al director de Epidemiologia y le dijo: “Tenemos que conformar el Comité de Emergencia, esto se viene y rápido”. En este sentido, recordó: “Obviamente el gobernador fue una de las persona que estuvo acompañando este proceso, sobre todo cuando se decretó la emergencia sanitaria, para nosotros fue un gran sostén en la gobernanza y en la gestión que estamos llevando adelante”.
La salud y la economía
La ministra, además, fue consultada sobre la situación desesperante de distintos sectores de la economía en la provincia, cuyas actividades no resultaron ser responsables de la propagación del virus y están en un momento de zozobra. Afirmó: “Son medidas de salud pública, estamos siempre muy atentos para tener un equilibrio con el sistema de salud. Lo cierto es que necesitamos ese equilibrio, hemos planteado la disminución de la circulación de personas, dijimos desde el principio que a mayor interacción de personas, el virus se iba a propagar más rápido. Tenemos indicadores que nos van marcando una tasa de incidencia”.
“Tenemos sobre todo que marcar el alerta. Cuando tuvimos la transmisión por conglomerado ya hicimos una advertencia y en la transmisión comunitaria yo misma planteé un alerta sanitaria. Lo hicimos primero con Colón, con los comerciantes fuimos acompañando un proceso en la localidad para poder empezar también a permitir la apertura de las actividades, y así sucesivamente vamos acompañando a muchísimas empresas, sobre todo porque han sido afectados trabajadores”, mencionó y añadió: “Planteamos poder tomar medidas más drásticas acortadas en el tiempo para poder amesetar la curva y permitir un equilibrio entre todos y después volver a la reactivación de las actividades”.
Hizo referencia, además, al panorama actual en el cual las cifras de contagios parecían haber disminuido días anteriores, pero volvieron a crecer en forma alarmante. “No tiene que ver tanto con la cantidad de casos, sino con las características de estos casos y, a su vez, por el comportamiento de un indicador que observamos mucho, que es la cantidad de personas que han sido afectadas como pacientes moderados a críticos y que presentan factores de riesgo”.
“Cuando surgieron los primeros brotes fueron jóvenes, pero despeas fueron alcanzado a personas con factores de riesgo. El tema de las actividades en sí, podemos medir dónde se contagia, pero cuando hay circulación comunitaria, como en Paraná y Gualeguaychú, el virus esa circulando, por lo tanto circular es exponerse. Nosotros visualizamos cómo era el comportamiento en el Parque, en las avenidas, gente sin barbijos, sin distancia”, lamentó.
Y lanzó una reflexión final: “Hay que empezar a trabajar en un acuerdo, un conceso de nueva estrategia para la nueva normalidad, porque vamos a tener que convivir mucho tiempo (con el virus), porque es probable que tengamos ciclos de brotes, y trabajaremos en forma conjunta con todos los sectores para poder mitigar lo mejor posible la emergencia sanitaria”, concluyó.