Encabezaban los ejércitos sus respectivos gobernadores: Pascual Echagüe (Entre Ríos) y Genaro Berón de Astrada (Corrientes). La caballería entrerriana estaba al mando de Justo José de Urquiza.

El gobernador correntino había pactado una alianza con el colorado Fructuoso Rivera pero sus fuerzas no llegaron a tiempo. Fue un contundente triunfo de Echagüe. El gobernador delegado correntino hizo saber a la legislatura el desastre y agregó lo siguiente:

“Participa también que según todos los informes que ha podido adquirir de los húsares que servían de   guardián al capitán general, éste ha fallecido desgraciadamente a consecuencia de una rodada que dio en su fuga y en la que no pudo absolutamente ser socorrido”.

Los unitarios se encargarán después de difundir una cruenta leyenda. Atribuyen a Urquiza dos actos abominables: mutilar el cadáver del jefe correntino y fusilar a infantes en masa.

Varios historiadores se han referidos a estos episodios. Ya en 1911 Amaranto A. Abeledo (“El general Urquiza y las supuestas matanzas de Pago Largo, India Muerta y Vences”), luego en 1940 Gustavo de Olazábal (“Berón de Astrada y la sorpresa de Pago Largo”) y en 1949 Luis B. Calderón (“Urquiza. Síntesis de su época, su actuación y su obra”). Por si no bastaran dichas investigaciones, el Comandante Antonio C. Berón, primo y amigo íntimo de la víctima principal, manifestó públicamente que quien sacó al cadáver del gobernador una lonja de piel fue un muchacho de trece o catorce años, quien no fue fusilado por su corta edad. Este Comandante Berón se instaló en La Paz y fue un constante colaborador de Urquiza. Agregamos por último que siendo Urquiza Presidente de la Nación concedió una pensión graciable a las hermanas del difunto gobernador.

En cuanto a las matanzas de Pago Largo, Urquiza ofreció detalles del episodio en carta a Rosas. En dos oportunidades envió emisarios con bandera de parlamento a la infantería enemiga intimando rendición con garantía de sus vidas, pero fueron muertos a bayonetazos. Por esto Urquiza ordenó ejecutar la mitad de ese grupo de traidores.

Las luchas fratricidas engendran enconos irrefrenables y todavía en los actos rememorativos en la provincia de Corrientes no se oyen voces favorables hacia la figura de Urquiza.

Artículo del Profesor César Manuel Varini, publicado por Chajarí al Día