Un hecho que parece repetirse tanto en la salud pública como privada, tuvo lugar nuevamente en la ciudad de Concordia durante la noche este martes. Ya que cuando todo parecía desarrollarse con normalidad una paciente que había sido traslada desde el Hospital Masvernat al Hospital Felipe Heras, con politraumatismos debió esperar por más de una hora en la camilla por que el doctor Francisco Granero se negó a recibirla, argumentando que la misma no contaba con los papeles de derivación correspondientes.

En este marco, el Delegado Regional de Derechos Humanos, Prof. Rubén Bonelli comentó que “cuando llegamos al hospital Felipe Heras con la derivación de una paciente desde el hospital Masvernat, en la guardia había unas 8 o 10 personas en su mayoría eran mujeres y una adolescente que estaba muy descompuesta. Esperamos unos 15 minutos y le pregunto a un enfermero donde estaba el médico, a lo que me contestó: en su cuarto. Continúe esperando unos minutos más y luego entre y golpee, salió el Dr. Francisco Granero y le manifiesto que veníamos con un paciente que en horas del medio día yo había hablado con la Directora del hospital (Heras) la Dra. Chiapa y él me dice ella es abogada y además yo no puedo ingresarla porque no tiene los papeles correspondientes”.

El Delegado Regional de Derechos Humanos continuó relatando a Diario Río Uruguay que “le digo que hacía más de media hora que la mujer estaba en una camilla con una crisis de nervios y un estrés psicológico bastante agudo, él siguió con la negativa. Entonces le dije que se iba a tener que abstener a las consecuencias sino la recibía porque era algo totalmente inhumano lo que estaba haciendo”.

Bajo dicha situación, Bonelli mencionó que “el Dr. Francisco Granero me trató con displicencia, haciendo caso omiso a lo que le planteaba desde mi lugar como funcionario y le dije que estaba incurriendo en el  incumplimiento de su deber como profesional, entonces me pregunto si yo lo amenazado, a lo que le respondí que no, sólo le recordaba que no estaba faltando al juramento hipocrático y que también estaba incurriendo en un delito”.

A manera de conclusión, el profesor destacó que “esto siempre ha pasado pero de alguna manera hay que denunciarlo. Porque pienso si me reciben a mí como funcionario público así, no quiero imaginar al ciudadano común como lo atienden. Me pregunto: ¿Qué les dirá"?”.