“Tengo cáncer de mama en el 2007 y en julio del 2014 me detectan metástasis. Mi oncólogo me indica sesiones cada 21 días y que el Iosper como afiliada me tenía que cubrir las tres drogas que iban a ser necesarias”, comienza explicando Carmona, para añadir que cada una de estas sesiones tiene un costo aproximado de $115.000 por lo cual se le hace imposible solventarlas de su bolsillo.
“El Iosper en noviembre solo me entrega una de las drogas, que es docetaxel. Es decir que la medicación estaba incompleta, y luego de que empecé con el recurso de amparo en diciembre me entregó un mes después la medicación completa”, explicó a este medio. “Este lunes me avisaron desde el área de Farmacia que supuestamente llegó la medicación para hacerme la segunda sesión de quimioterapia”, subrayó.
“En enero recién empecé la primera sesión que tenía que haber sido a mediados de año del 2014, y para esta altura ya las tendría que haber terminado”, indicó Carmona, enfatizando que eso “es una complicación para mi enfermedad, ya que si no recibo las drogas en tiempo y forma como debe ser, mi cáncer se puede complicar y avanzar”.
La afiliada no obtuvo respuestas a su pedido durante varios meses por lo que decidió a fines de 2014 interponer un recurso de amparo y a principios de 2015 iniciar una demanda legar a la obra social por incumplimiento de una ley.
“Cada vez que voy me atienden como a una afiliada más y me vuelven a pedir todos los papeles y fotocopias de todos los estudios”, dijo Carmona, para enfatizar: “cada vez que voy salgo con mucha angustia. Salgo llorando porque lo que me hacen lo veo como un manoseo” y reflexiona que los empleados de la filial Concordia “no tienen nada que ver porque estas son malas disposiones del Directoria del Iosper en Paraná. He ido semanas enteras a la obra social y es todo muy desgastante ver la burocracia con la que se manejan”.