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El hecho ocurrió en lo que se conoce como “Camino del medio” en inmediaciones de la Escuela 3, de la localidad de San José de Feliciano. Allí una familia, compuesta por dos adultos y tres menores, realizaba su caminata diaria y se encontraron con una yarará de más 1,50 metros.

Según los especialistas, la yarará no es una serpiente agresiva, ataca sólo si se siente amenazada. Existen muchas supersticiones entre los habitantes de zonas rurales con respecto a esta serpiente, pero en la mayoría de los casos los ataques y/o conductas agresivas se dan solo si son molestadas o si se tropieza con ella accidentalmente.

Sus mordeduras pueden ser fatales, pero mayormente causan severos daños al tejido. La toxina de estas serpientes consiste principalmente en una mezcla de coagulantes, hemorrágicos, necrotoxinas y quizás algún tipo de anti-coagulante aunque no da señales clínicas visibles.
Fuente: Realidad Regional