“Me pedía el celular, pero lo salvé, porque lo tiré abajo del mostrador. Gritaba que le diera la plata, me decía dame la plata, me hablaba y me decía algo, pero como tenía el casco puesto, no pude entender bien lo que me decía”, recordó y dijo: “En ese momento fui a la caja, saqué la plata que tenía, tenía muy poco, y se la di”, contó Celia.
La empleada agregó que “la plata que le di no era mucha porque no tenemos mucho dinero en la caja, aunque se llevó lo que había que era puro cambio”, recordó y dijo: “menos mal que pude salvar mi celular y afortunadamente no había ningún cliente en ese momento”. No obstante, comentó que “el año pasado, cuando entró un asaltante, yo salí afuera a los gritos pidiendo ayuda, porque pasaba mucha gente a esa hora. Pero esta vez fue a las tardecita y yo miraba para afuera y no pasaba nadie”, lamentó Celia.