Agrandar imagen Tránsito y Policía en el domicilio que fue allanado para recuperar el utilitario
Tránsito y Policía en el domicilio que fue allanado para recuperar el utilitario
Siempre de acuerdo a la secuencia que pudo corroborar este medio, todo comenzó con el intento de un patrullero de la policía de Entre Ríos de querer detener la marcha de un utilitario Renault Kangoo, el cual no solo que no acata las indicaciones, sino que incluso habría chocado contra un patrullero en inmediaciones de calles Catamarca e Hipólito Irigoyen, en el momento que se lo intentaba detener.

Esa primera parte de la persecución terminó en las inmediaciones de calles Urquiza y Paraná, lugar desde el que se solicitó la presencia del personal de la Central Municipal de Tránsito, para las actuaciones correspondientes.

Cuando los trabajadores municipales llegaron en su móvil al lugar en cuestión, se encontraron con un hombre que sería el padre del joven que conducía la Kangoo, pero no estaba presente el acusado de no acatar las ordenes policiales, quien apareció unos minutos más tarde, siempre de acuerdo al relato de una de las autoridades participantes.

Fue allí donde los uniformados le solicitaron el carnet de conducir al joven, pero no pudieron cumplir con el control de alcoholemia, ya que desde hace un tiempo la dependencia municipal no cuenta con el instrumental que, según se argumenta, fueron enviada para su necesaria y periódica calibración.

Ante este impedimento, los efectivos policiales llevaron al conductor hasta la Jefatura Departamental de Policía, donde el médico policial procedió a su revisión para elaborar un informe donde destacó que, al joven de apellido Jacobo, no se le observan “lesiones visibles corporales recientes al momento del examen”, pero apunta que “presenta aliento etílico” y que su comportamiento se da “dentro de los parámetros normales aparente”.

Pero mientras esto ocurría en la Jefatura, en el lugar donde estaba el rodado ocurrió un hecho que tomó por sorpresa a todos los presentes, ya que una mujer que pasaba caminando por el lugar como desentendida de la escena, “de repente se sube a la camioneta, la pone en marcha y se va por calle Paraná”, según contó a este medio uno de los actuantes.

De inmediato, los uniformados comienzan con una segunda persecución, pero que en este caso terminó a escasas tres cuadras, más precisamente en calle Pueyrredón al 88, donde la conductora ingresó con el vehículo en cuestión, confirmándose luego que en ese mismo lugar vivía el joven que estaba en Jefatura y que la mujer sería familiar directo del mismo.

Ante lo ocurrido, el personal de la Central de Tránsito procedió a retener el carnet de conducir del joven, mientras que el personal policial informaba sobre lo ocurrido a sus superiores y esperaba indicaciones de cómo proceder.

Luego de varias horas de espera, llegó la orden de allanamiento para ingresar a la vivienda de calle Pueyrredon al 88, para “el secuestro de rodado involucrado en siniestro vial de la fecha”, de acuerdo a un informe policial al que también accedió este medio.
En ese procedimiento fue notificada en el lugar una mujer de 45 años, quien sería la madre del joven conductor. Finalmente el utilitario fue secuestrado del interior del domicilio y depositado en la Comisaría 1°, también a pocas cuadras del lugar.