
Al profesional, de 61 años, que se encontraba almorzando con su esposa, le tocaron timbre, su señora fue a atender y allí fue empujada por un malviviente, que ingresó a la vivienda con un arma de fuego.
El delincuente usaba gorra y barbijo para protegerse de ser identificado. A sus víctimas les exigió la entrega de dólares. La pateja finalmente le entregó la suma aproximada de 1.500.000 pesos en efectivo.
Posteriormente el ladrón los maniató con precintos y cintas, para luego escapar del lugar.
La policía realizó las primeras investigaciones, pero aún no hay novedades sobre posibles sospechosos.