"Lo que estoy viviendo ahora estos últimos tiempos, nunca se vio", afirmó la víctima.
“Hace ocho días ingresaron dos sujetos a querer comprar bebidas alcohólicas en la madrugada, pero debido a la reglamentación existente por Ordenanza que indica que después de la hora cero no se puede expender este tipo de bebidas, las quisieron conseguir de mala manera. Se dirigieron al final del local, al fondo. Pensábamos que iban a buscar al sector de snacks, de papas fritas, y bueno la cuestión es que sustrajeron una botella de bebida y salieron como pancho por su casa", narró.
En ese momento, Juannás tomó su automóvil, llamó a la policía y los persiguió. Logró detener a uno, y la policía al otro. En menos de 48 horas estuvieron libres.
"Posiblemente la fiscal toma una determinación como es un hecho menor, como no es el hurto de una suma abultada de dinero lo que roban, pienso que debe pasar por ahí la decisión que tomó la fiscal de dejarlo en libertad. Simplemente se trató de algo insignificante pero el tema es que si yo en la persecución, como ya le dije al jefe de Policía (Noel Spretz), yo me encuentro que el individuo tiene un arma cortante, punzante o un arma de fuego, y me hiere y yo puedo estar tranquilamente en el hospital y el malhechor a las 24 o 48 horas está suelto. Entonces yo estoy arriesgando mi integridad física", consideró el comerciante.
En la madrugada de este miércoles, ocurrió un hecho similar. Mientras uno compraba y hacía de distracción, otro le robó entre sus ropas una botella de bebida alcohólica, que la dejó en la puerta del Poder Judicial, a la vuelta del maxikiosco. Entonces, el chico se volvió al maxikiosco, el comerciante lo presionó para que confiese, le dijo que llamaría a la Policía, y éste le quiso devolver la botella, pero cuando se dio cuenta, ambos escaparon. Allí, nuevamente, Joannás tomó su camioneta y lo persiguió hasta Primera Junta y vías del ferrocarril, donde se perdieron en el barrio 32 viviendas.
"Esto da impotencia porque yo hace muchos años que tengo negocios, con alto y con bajos, y el comerciante siempre tiene que estar y los impuestos los paga y las presiones impositivas están y hay que cumplirlas y yo también necesito que el estado a mí me responda. El Estado tiene la obligación, sea el intendente, los concejales, el Juzgado, la Fiscalía, las instituciones públicas me tienen que dar seguridad. Eso es un derecho que yo tengo porque para eso pago mis impuestos y ellos vienen siendo empleados nuestros porque con nuestros impuestos, ellos están cobrando los sueldos, entonces yo tengo que exigir eso que a mí me proteja el Estado, me tiene que proteger", resaltó el comerciante.
Dijo que no pondrá mayor seguridad, ni rejas. "Seguiré como estoy. Lo único que sí que seguiré luchando para que la inseguridad se termine. San Salvador no está acostumbrado a esto. San Salvador está acostumbrado a que la gente salga afuera de la calle, se sienta a tomar mate a la nochecita (en la vereda), lleva los nenes caminando a la escuela o los mandan solos, y no estamos en momentos de cambiar esa sintonía", consideró Juannás.