En diálogo con Diario Río Uruguay, el fiscal de la causa, Mario Guerrero destacó que “estábamos tranquilos de que habíamos hecho un trabajo serio y que las pruebas que había tenían tal contundencia que era muy difícil que el Superior Tribunal de Justicia modifique la sentencia dada por la sala penal”.
Sin embargo, Guerrero mencionó que “la causa fue difícil porque surgieron en su momento muchas hipótesis y a veces no son reales, entonces ir descartándola genera un trabajo de hormiga y con cuidado para no imputar a personas que no tiene nada que ver. Pero por suerte se llegó a buen puerto y estamos muy contento del trabajo realizado”.
Consultado respecto de la misma pena que recae para ambos acusados, el fiscal remarcó que “el que manejaba la moto tiene la misma pena que el que disparó porque primero el Código Penal lo prevé. El que manejaba la moto quedó acreditado que es un partícipe necesario. Además tenía pleno conocimiento de que la otra persona iba a efectuar el disparo, prestándole una ayuda sin la cual no se hubiese podido realizar el hecho, que es manejando la moto. Y también porque amedrentó a los testigos y a las personas que pasaban por ahí para que no declaren”.
Finalmente, Guerrero puntualizó que “hablamos de una sentencia y elementos que es la parte fría, pero hay una mamá y una familia que ninguna sentencia subsanará el dolor que sienten por el fallecimiento de este chico”.
