Allí, personal policial detecta a un malviviente que trasportaba en una mochila abierta un rollo de cables envainado - de color negro - y un balde de 20 litros, por lo que se lo demoró en el lugar para lograr su correcta identificación. En ese momento, se presentó un vecino que manifestó que había sido víctima de un hurto en su vivienda y reconoció los elementos como propios.
Seguidamente, los uniformados comunicaron todo al Fiscal en Turno, quien confirmó la detención del ladrón por el delito de "Tentativa de Hurto" pero - una vez en la Jefatura de Policía y al corroborar efectivamente la identidad - surgió que tenía un pedido de captura vigente por delitos de "desobediencia judicial, amenazas y lesiones agravadas".
Por todo esto, quedó detenido en la Alcaldía Policial, a disposición de la Justicia.