Además, se le impusieron reglas de conducta como no molestar a la víctima ni a los testigos, mantener durante dos años el domicilio en una provincia del sur donde reside y presentarse periódicamente en un organismo judicial.
Según se pudo saber, el ahora condenado a prisión condicional tenía en su haber una causa por el mismo delito, por la cual ya había cumplido una condena.
Además, si bien la víctima recuperó todo el dinero por el que había sido estafado, el imputado debió compensarlo económicamente, con 300 dólares, por el mal momento vivido, consignó Chajarí al Día.