Así, un motociclista llegó a la zona, dejó su moto a un par de metros y se dispuso a avanzar en el robo.
Tuvo tiempo para quitarse el casco, estacionar y retroceder hasta la zona del vehículo, siempre vigilando que los transeúntes estuvieran distraídos y los dueños no se hallaran a la vista.
De este modo fue que avanzó con un elemento cortante para forzar y romper la cerradura del baúl, para luego desenroscar la rueda de auxilio y también sustraer una caja con diversos elementos que estaban dentro.
El delincuente huyó en breves minutos con el motín, subiéndose a su motocicleta, pero sin percatarse que había sido filmado por una cámara de seguridad privada y que luego el video sería publicado en la red social por la dueña.