El lunes 15 de abril de 2013 Luna viajaba como acompañante junto a dos hombres de apellido González y Velazco a bordo de una moto, hasta que en la esquina de Perú y Castelli recibió el impacto de una bala en su cabeza y terminó cayendo, mientras que sus compañeros emprendieron la huida, dejándolo solo en el piso. Una llamada telefónica advirtió a la Policía de una persona tirada en la acera y la víctima terminó falleciendo en el Hospital Masvernat.
Dos días después se realizaron una serie de allanamientos sobre calle Pueyrredón, entre Concejal Veiga y Perú, en donde se logró el secuestro de un auto Fiat UNO que tendría vinculación con la causa.
En el mismo operativo, pero en otro allanamiento realizado en el mismo sector se procedió al secuestro de una pistola calibre 9 Mm., FM Browning con cargador con proyectiles, y una pistola BERSA M62 calibre 22 con proyectiles.
También se logró la detención de Pérez Lindo, de 27 años, que fue vinculado en forma directa en la causa caratulada como “Homicidio en grado de Tentativa”, y otro joven de 16 años, ambos domiciliados en el mismo barrio.
Ahora en pleno juicio, el abogado defensor Díaz Vélez subrayó que los peritajes sobre el vehículo secuestrado “dieron negativo y que no existieron vinculación con el hecho investigado”, a la vez que marcó que existen otras personas vinculadas a la causa “que estuvieron originalmente imputados y ni siquiera se les tomó testimonio”.
El abogado exigió conocer el motivo por el cual al joven Alvez que era señalado de participar en los hechos no se le tomó declaración. “Los hechos han sido acomodados para poder obtener la imputación que actualmente hay. La investigación no ha sido regular”, recriminó un colérico Díaz Vélez.
En la etapa del juicio solo tres personas declararon, lo que hizo que el abogado defensor exigiera al tribunal encabezado por la jueza Silvina Gallo que “estén imputadas todas las personas que fueron partícipes en la causa”.
Por su parte, el fiscal Vila defendió su trabajo y solicitó la prisión efectiva para Pérez Lindo por un plazo de 15 años, además de que se le mantenga la prisión preventiva hasta tanto quede firme la sentencia, entendiendo que existe riesgo de fuga. En su alegato el fiscal dijo que el imputado se dedica a la venta de drogas y que al momento del ataque, Luna se encontraba en total indefensión.
