De un legajo madre iniciado a fines del año pasado se desprende más de un centenar de imputaciones que hará la justicia por los saqueos del 8 y 9 de diciembre. Los allanamientos que vinieron luego fueron claves para poder determinar la participación.

Según explicó el fiscal Zabaletta a Diario Río Uruguay, las filmaciones en su mayoría fueron “pocas y borrosas” por eso las pruebas se apoyaron en gran medida sobre las fotografías y lo incautado en los diferentes domicilios.

Otra pata de la investigación tuvo sustento en los testimonios aportados por los vecinos de los saqueadores, que se negaron a encubrirlos y acudieron a denunciar el escondite de cantidad de electrodomésticos y hasta bebidas alcohólicas.

Los nombres ya fueron notificados por ejemplo al municipio y la Jefatura de Policía para poder conocer si estas personas prestan funciones en estas instituciones.