La Policía, que la fue la primera en llegar, comunicó rápidamente de la situación a los operarios de la empresa de energía, mientras también lo hacía pidiendo una ambulancia al hospital de esa localidad.
Personal policial recorrió toda la calle para evitar que otras personas tocaran los alambrados, ya que no se podía saber hasta dónde se pudiera trasladar la energía eléctrica y causar daño que pudieran ser irreparables.
Luego, se supo que se había cortado una rienda de columna de energía y que se había apoyado sobre uno de los cables y el alambrado, transportando de ese modo la energía.