El mayor de estas personas venía al mando del auto Chevrolet (Classic), cuando en un momento determinado, reconoció que casi se queda dormido y en un pestañeo terminó “mordiendo la banquina”, lo que desestabilizó el rodado.
Afortunadamente, ninguno de los involucrados terminó con lesiones, solo hubo importantes daños materiales en la carrocería del automóvil.