Fue en ese momento que ingresaron dos jóvenes, con los rostros cubiertos por los correspondientes barbijos y uno de ellos de inmediato se dirigió al cerramiento donde estaba la caja registradora con el dinero recaudado en la jornada.
Mientras uno de los delincuentes amenazaba a la clienta y al encargado del drugstore, su cómplice juntaba todo el dinero y lo colocaba en una caja de cartón en la que también metió otros elementos de valor.
El atracó fue rápido, al punto que de acuerdo al reloj de la cámara de seguridad, duró menos de un minuto.