
“Además del grave problema que ocasionará a la población la falta de agua potable, en especial en temporada estival, en la actualidad gran cantidad de pescadores han perdido su fuente de trabajo ocasionando un grave perjuicio en el sustento de sus familias, la mayoría de ellas residentes en las islas”, resaltó Bordet.
“La bajante del río provoca además graves inconvenientes en escuelas primarias radicadas en las islas, donde los docentes deben recorrer caminando más de dos horas desde el peaje de la autovía Victoria-Rosario para acceder a la escuela y las familias de los alumnos no pueden trasladarse a la vecina ciudad de Rosario para adquirir mercadería para su manutención diaria”, señaló, por último.