Patricia Bullrich puso en jaque, en un minuto de televisión durante el programa de Mirta Legrand, una trabajosa convivencia que el PRO y la UCR han venido sosteniendo desde 2015. Haber comparado a Sergio Varisco, fallecido luego de haber sido condenado por narcotráfico, con la banda rosarina de “Los Monos” es algo que todavía agita las aguas de la coalición opositora en Entre Ríos.
Lucía Varisco utilizó el turno de los homenajes para denunciar que la causa por la que fue condenado fue un armado en el que intervinieron Bullrich, el ex presidente Mauricio Macri y el entonces ministro del Interior, Rogelio Frigerio, junto a otros referentes menores de Juntos por el Cambio.
La legisladora afirmó que en el proceso a su padre hubo “maniobras delictivas y antidemocráticas” y que “utilizando todos los resortes del Estado, incluso el Poder Judicial, lograron sacar de la cancha (a su padre) con una causa armada”.
“Con el direccionamiento de la causa, lograron desviar la verdadera investigación. Se llenaron la boca hablando del narcotráfico y en realidad lo que hicieron fue ser cómplices de eso. Culparon a gente inocente y los nombres reales no fueron investigados”, denunció.
Luego, remarcó que Bullrich “miente descaradamente cuando habla de la mano dura con los propios”, recordando que en un papel que se secuestró en un allanamiento realizado en la causa que terminó con su padre condenado a seis años y medio de cárcel “había cuatro nombres”. “Tres eran de la UCR. El otro era el del ex concejal del PRO (Emanuel Gainza), quien tuvo un tratamiento especial, diferenciado y privilegiado. Los cuatro nombres deberían haber tenido la misma suerte”, señaló.
Además de Sergio Varisco, la Justicia Federal condenó al ex concejal Pablo Hernández (UCR) y a la ex funcionaria de Seguridad municipal, Griselda Bordeira. A Gainza le tomaron declaración indagatoria, le dictaron falta de mérito y luego el Juez Federal Leandro Ríos lo sobreseyó en la etapa instructoria.
La respuesta
Acosta, vinculada a través de su esposo Walter Klix a Patricia Bullrich (fue su Director de Lucha contra el Narcotráfico), recogió el guante. “Entiendo su dolor. Pero fuimos juntas en una lista y somos parte de un mismo frente, por lo que le pido que replantee si este es el espacio donde ella se siente representada”, le espetó.
“Ni Bullrich, ni Macri, ni Frigerio condenaron al ex intendente. Fue la Justicia. Respecto a si el ex concejal Gainza tuvo o no privilegios, la Justicia tiene que investigar”, agregó.
Luego le reclamó a la hija del ex intendente que hable de personas y no de partidos “porque ella también es parte de este frente que acusa” y que “si tiene pruebas, se presente en la Justicia”.
En una situación insólita, porque la sesión seguía en el turno de homenajes, Varisco volvió a pedir la palabra para retrucarle a Acosta. “Las pruebas están en el expediente. Sería bueno que se revisen y vean cómo están todos los dedos marcados”, afirmó.
La legisladora distinguió el valor Justicia del Poder Judicial, indicando que este último “está conformado por hombres y mujeres, algunos de los cuales se dejan cooptar por la política”.
Recargando las tintas sobre Bullrich, afirmó que tiene “un pasado oscuro”, que se le conocen “todas las panquequeadas” y que ahora sostiene “un discurso fascista”. “No tiene convicciones. Solo busca poder. Nosotros (por el radicalismo) tenemos identidad, historia, banderas y militancia”, abundó.
El cruce entre las legisladoras llenó de asombro a la bancada del justicialismo, que veía como minuto a minuto la interna entre el PRO y un sector de la UCR se acentuaba. El diputado del PRO, Manuel Troncoso y el presidente de la bancada radical, Gustavo Cusinato, buscaron encauzar la situación, reclamando al presidente de la Cámara, el peronista Angel Giano, que no permita que el turno de homenajes se utilice para otros fines.
Giano les devolvió la pelota: “Vamos a aplicar el reglamento. Lo que no esté reglamentado lo vamos a reglamentar. Y a pedir a los bloques que lo cumplan a partir de la próxima sesión”.
El hombre de gris
Al inicio de su alocución, Varisco había señalado su “incomodidad” debido que a un hombre “de pullover gris” sentado en la grada, a menos de un metro de su banca, le sacaba todo el tiempo fotos a ella y a las pertenencias que tenía en su atril.Se refería a Walter Klix, esposo de Acosta y ex funcionario del ministerio de Seguridad cuando Bullrich estuvo al frente de esa cartera. Sin embargo, ni las autoridades de la Cámara ni las del interbloque de Juntos tomaron ninguna actitud con lo que sucedía.
Recién después del ida y vuelta entre Varisco y Acosta y las intervenciones de Troncoso y Cusinato, fue la diputada justicialista Stefanía Cora quien encendió la alarma. “Me resulta preocupante que en esta Cámara una diputada elegida por el pueblo acaba de decir que se siente incómoda, que le están sacando fotos y nadie de su bloque se ha solidarizado. Por eso hago una moción de orden para pedir que la persona se retire o se mueva de ese lugar”, indicó la legisladora.
La moción fue votada por la mayoría justicialista. La bancada de Juntos no levantó la mano, y Klix tuvo que retirarse del recinto. Pese a algunas protestas que realizó al irse, la sesión continuó con normalidad.
Rápidamente, desde el entorno del diputado nacional Rogelio Frigerio, el principal damnificado por el “fuego amigo” de la interna de Juntos, salieron a despegarse de Klix y de las actitudes que tuvo. El ex funcionario de Bullrich “no está en la mesa de Rogelio ni nada que se le parezca”, dijo una persona de acceso directo al legislador, que el año próximo buscará alcanzar la gobernación.
La sensación remanente es que se está en los primeros capítulos de un largo culebrón.