Según sus palabras, "el programa de padrinazgo viene a proponerle al privado que se ocupe de tal espacio verde, de desarrollarlo, de ponerlo lindo, instalar juegos y máquinas para hacer educación física y, a cambio, el estado les reconoce la posibilidad que, por ejemplo, poner una pauta publicitaria con un cartel y después obtener algún tipo de beneficio tributario”.
De acuerdo con lo que precisó, la idea es “formalizar a través de una compensación o una exención para que el privado tenga un incentivo fiscal para hacer esto y diga ‘bueno, en vez de pagar mis impuestos que no sé dónde van a parar, yo quiero cuidar la plaza que está más cerca de mi sede’, por ejemplo”.
Además, apuntó que “busca un desarrollo más armónico, porque tenemos una ciudad que es muy linda en el casco céntrico, pero cuando uno sale de la zona de los bulevares se choca con esa realidad propia de la dejadez, de tantos años de desidia, que hay que atacarlo de forma integral, pero insisto en que el estado solo no puede”.
Entre otras cosas, Sastre destacó que “en ninguna de las ciudades que han progresado el estado puede y se hace cargo de todas las funciones”, por lo que “no es malo pedirle ayuda a otras personas que están en mejores condiciones y crear incentivos para que eso ocurra, porque también libera recursos para cumplir otro tipo de problemas, como para atacar la problemática del arroyo Manzores, los microbasurales del barrio José Hernández y para tapar los baches en la ciudad”.
Finalmente, subrayó que “también es una manera de reordenar la forma en la que se gastan los fondos públicos y que podamos dar una respuesta a todas las necesidades de los vecinos”.