Acompañado por el ministro de Planeamiento, Infraestructura y Servicios, Darío Schneider; el intendente Marcelo Cerutti y la viceintendenta Jacinta Eberlé, entre otros funcionarios provinciales y municipales, el gobernador detalló que 30 botellas de plástico hacen un ladrillo y varios de ellos (unos 8.250) logran una vivienda "con muchas particularidades que hay que destacar", refiriéndose a la sustentabilidad, el cuidado del ambiente, mejor aislación térmica y menor inversión en cimientos.
Por su parte el ministro de Planeamiento, Infraestructura y Servicios, Darío Schneider, celebró la instancia "porque es para compartir esta linda experiencia que hemos hecho en la ciudad de Crespo". "Esto es para dar a conocer la manera sustentable de poder hacer las cosas en los municipios, en nuestras ciudades y también en la provincia", sostuvo, e instó a "seguir trabajando todos los días por este compromiso con la ciudad, con el ambiente y con Entre Ríos".
A su vez, el intendente Marcelo Cerutti resaltó que "es un día que marcará un antes y un después en nuestra comunidad y será histórico para nuestra provincia. Hoy inauguramos una nueva forma de pensar, construir y habitar para el presente y el futuro; los ladrillos PET simbolizan la capacidad que tenemos como sociedad de transformar lo que antes fue un desecho en algo nuevo reutilizable".
La actividad tuvo lugar en el complejo municipal ubicado en el barrio Guadalupe, donde se erigieron las cuatro primeras viviendas edificadas con ladrillos logrados a partir del reciclado de envases de plástico en el Parque Ambiental de Crespo.
Proyecto genuino
La iniciativa utiliza ladrillos PET creados con una fórmula desarrollada que fue certificada para la Municipalidad de Crespo solo para uso social, no comercial. Las edificaciones realizadas por personal municipal son de fácil acceso y están adaptadas para personas con movilidad reducida y adultos mayores.Entre sus cualidades, sus bloques tienen una capacidad de aislamiento seis veces superior a las convencionales de tierra y buena resistencia al fuego. Otro distintivo de este producto es que -a diferencia de la fabricación del ladrillo convencional, que une cemento y arena- reemplaza a la arena por partículas del plástico PET, obteniendo una alternativa ecológica al evitar el consumo de recursos naturales.