
Entre los problemas identificados, destacan el menor poder adquisitivo de los turistas, lo que impacta directamente en el consumo, especialmente en el sector gastronómico. Además, las ofertas de última hora, las estadías más cortas y el mayor uso de tarjetas de crédito en cuotas están siendo señales claras de un menor gasto per cápita.
Desde la cámara señalan que también "hay disparidad en la ocupación, siendo un poco mayor en alojamientos de cabañas, bungalows, apart e inclusive obtienen un plus aquellos que se encuentran en la informalidad" siendo los hoteles "los que resultan con una ocupación menor" y explicaron que en contra cara "los complejos termales con alojamientos dentro de los mismos, son los más elegidos aunque algunos de ellos casi no cortan entradas adicionales a los pasajeros propios y son los que elevan el promedio ocupacional, y que además están con menos ocupación que el año pasado".
A pesar del escenario complicado, Entre Ríos mantiene un punto a favor y esa es la agenda cultural de la misma. "A decir verdad, tenemos una provincia muy carnavalera, con distintas opciones que le hacen ganar un brillo y color increíble a las localidades, como también las fiestas populares que siguen traccionando solo los fines de semana" cerraron.