Ese día, todos los organizares convocarán a una reunión para analizar cada una de las opciones vigentes y decidir con respecto a qué hacer (o que no). Por ahora, todo es un misterio, aunque se barajan varias opciones:
Tanto en la Comisión como el Municipio evalúan la posibilidad de hacer el carnaval tal y cómo se venía haciendo hasta ahora (todos los sábados de enero y febrero y el fin de semana largo) pero con una capacidad mínima dentro del Corsódromo para mantener el distanciamiento. Pero para que esto suceda, primero tiene que estar bien controlada la situación epidemiológica local, provincial y nacional, por lo tanto esta es la opción que menos posibilidades tiene de concretarse.
La segunda opción es dejar pasar enero y arrancar con una versión más abreviada del Carnaval del País durante el segundo mes del año. Esta decisión se tomaría si es que los casos de covid-19 no están del todo controlados para fines de 2020, pero con la curva de contagios a la baja. O, como viene anunciando el Gobierno nacional, que se comience a vacunar a mediados de enero.
La tercera opción sería realizar una aún más reducida versión del espectáculo, y esta sería el fin de semana largo de carnaval: en este caso se haría cuatro únicas fechas, una atrás de la otra, que podrían ir del viernes 12 al lunes 15 de febrero o del sábado 13 al martes 16 de febrero. De nuevo, para esto depende que haya una tendencia a la baja de los casos y/o una vacuna.
Finalmente, la última opción, que al mismo tiempo es la más negativa y también la más probable, es que el 10 de diciembre los cinco clubes decidan no hacer el espectáculo y que el Carnaval del País no vuelva a salir a la pasarela hasta el verano de 2022.