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Desde la organización detallaron que, a principios de este año, se comenzó la creación de un vivero propio de Codesal, en donde se trabaja la producción de árboles nativos, que luego se plantarán en toda la zona para poder recuperar su ecosistema natural.

Uno de los propósitos, según explicaron, es la preservación del lago Salto Grande. Por eso, “llevamos adelante distintas acciones para la protección y restauración de los ambientes, de manera de poder disfrutar el lago hoy y también preservarlo para las futuras generaciones”, explicó José Luis Rodríguez, presidente de la Codesal.

De esta manera, precisaron que “en el vivero se reciben donaciones de semillas, que se convierten en plantines que se cuidan y se protegen del frío para que, luego en primavera, poder plantarlos y que crezcan sanos y fuertes”.

Asimismo, subrayaron que los estudiantes de la Escuela de Formación Agroecológica (ESFA), que cursan sus estudios en el Aula Sustentable ubicada en el perilago, también están colaborando con el proyecto tomando muestras, haciendo monitoreos de los plantines y tomándolo como punto de partida para realizar su propio vivero en el aula.

Actualmente, el vivero cuenta con 21 especies nativas, llegando aproximadamente a 250 individuos entre los que se encuentran algunos muy emblemáticos y diezmados en la región, cómo Ñandubay, Ceibo, Timbó, Ibirá Pitá y la Palmera Pindó, entre otros.

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Ambiente