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En diálogo con Diario Río Uruguay, Luis, uno de los afectados por este tipo de robos, explicó que todo ocurrió “el pasado domingo”, cuando “fuimos al cementerio como hacemos regularmente cada quince días”, para “visitar nuestro panteón familiar, que se encuentra en uno de los sectores principales”.

Sin embargo, para su sorpresa, en esta ocasión “nos encontramos con la faltante de una placa de bronce valuada en $30.000, que había sido sustraída del panteón y no había rastros por ningún lado”.

Debido a esto, la familia de Luis se acercó “a las autoridades policiales que se encuentran en la entrada del cementerio local y los derivaron a hablar con uno de los encargados” del lugar, quien “nos pidió que volviéramos el lunes para que podamos hablar con la directora”.

De esta manera, “entre la bronca y todo, volvimos para hablar con la directora y la sorpresa fue que no habíamos sido los únicos afectados, sino que había otros familiares que habían” sufrido el mismo tipo de hurto. Según sus palabras, la encargada del cementerio les solicitó “que vayamos a hacer la denuncia a la comisaría segunda, por lo que quedamos a la espera de algún indicio para poder encontrar la placa, pero no creemos que podamos encontrar nada”.

Para Luis, es “lamentable el estado en el que está quedando el cementerio, porque pese al sistema de cámaras y la seguridad del cementerio, es una situación que cada crece más y no se está pudiendo hacer nada; las placas se están robando en plena luz del día y van en aumento, pero no hay respuestas de ningún lado y como familiares nos duele muchísimo” dado que “ya se ha perdido el poco respeto por el cementerio y los costos que tienen este tipo de placas”.

Para finalizar, el entrevistado exigió “una respuesta por parte del municipio y de la policía para poder frenar todo esto, que cada vez, es más”, concluyó.