Según sus palabras, esta perspectiva “impulsa, desde el Urbanismo y la Planificación de ciudades, proyectos que alientan la disminución del uso del transporte automotor en la movilidad urbana y periurbana”, estrategias que, actualmente, “tienen ya amplia difusión y forman parte de la agenda de las ciudades de escalas equivalentes a la nuestra por brindar múltiples beneficios al ambiente, como la promoción de la movilidad sin uso de combustibles fósiles, disminución de la huella de carbono en las actividades diarias, menor polución aérea, disminución de la congestión del tránsito en áreas centrales, promoción de la salud de los individuos y un conjunto de acciones que hacen de estas iniciativas proyectos a impulsar por los gobiernos locales”.
Sin embargo, los profesionales reconocieron que “resulta necesario tener otros elementos” con la idea de alcanzar “la mayor adhesión posible a los objetivos” de este tipo de proyectos que “involucran la modificación de parámetros culturales”.
“Principalmente, conocer profundamente el plan de movilidad, que deberá abordar no solo la implementación de la ciclovía, sino también otros modos de transporte, como el transporte público y privado, el peatonal y la interconectividad entre ellos, entre otros aspectos”, agregaron.
Es debido a esto que “nos resulta importante destacar que desde el 2022, en el marco del IET promovido por el CAUPER, trabajamos y participamos, como lo hiciéramos en la revisión del Código Urbano y Territorial (COUT), para brindar a la comunidad un espacio donde problematizar proyectos de escala urbana que tiendan a la creación de un entorno urbano sostenible y de calidad para todos los ciudadanos”, concluyeron.