El pedido responde fundamentalmente a razones de seguridad, para evitar así, situaciones que pongan en riesgo la integridad física de personas, como también no interferir en las tareas de evacuaciones y preventivas que se llevan adelante en el lugar.
Sin embargo, durante el primer día de este pedido, algunos de los primeros en llegar en horas de la tarde al paseo costero, se tomaron el trabajo de correr las vallas metálicas que se habían colocado en algunos cruces estratégicos y cortaron cintas plásticas que señalaban la prohibición de paso, según se precisó a Diario Río Uruguay. Eso llevó a que el resto de los vehículos que llegron más tarde ya no se encontraran con los cierres que se habían establecido.