El profesional señaló que muchas de las atenciones que realizan, tanto en el nosocomio público como en el sector privado, se debe a que “no existe una preparación previa en las carreras, por ejemplo, en la docencia, que es en donde vemos patologías con más frecuencia, ya que se genera un uso excesivo de la voz si entrenamiento previo”.
Al respecto, repasó que “la voz depende del órgano fonatorio, que está formado por la laringe y es donde se encuentran las cuerdas vocales y el resto de los músculos que lo conforman”.
Según sus palabras, la laringe “es un órgano muy noble y la voz es el espejo del alma, porque al escucharla ya podemos intuir qué es lo que le está sucediendo a una persona”, motivo por el que “las patologías a ese nivel también refieren una connotación similar, por el hecho de que cuando hay algo en las cuerdas vocales, enseguida se nota”, manifestó.
En cuanto al cuidado de la voz, el doctor Gilabert remarcó la importancia de la “consulta inmediata ante cualquier problema fonatorio, tal como una disfonía que comienza en el finalizar de la semana”, ya que “con esfuerzo se empieza a trabajar con músculos accesorios al tratar de hablar de cualquier manera y esa degeneración crónica hace que cada vez sea más difícil rehabilitarlo”.
Sobre este punto, reconoció que “la patología de la voz puede estar referida por problemas de tipo tumoral, que es lo que vemos con más frecuencia en el hospital Masvernat, o del ámbito funcional, que es todo lo referido al mal uso de la voz o a su uso excesivo, tal como les pasa a los docentes "que tienen que trabajar con mucha cantidad de estudiantes y con una resonancia que no es la ideal en el aula, lo que requiere mucho esfuerzo que, sin reposo adecuado y con el tiempo tiene sus consecuencias" en la voz.
Debido a esto, recomendó que “lo más simple que podemos hacer a la hora de su cuidado es mantenernos bien hidratados con líquidos comunes”. Sin embargo, aclaró que “por las cuerdas vocales no pasa ningún alimento”, sino que “pasa solamente aire” y “todo lo que podamos ingerir va a pasar a través de la faringe”, por lo que descarta el efecto de bebidas y alimentos específicos para su tratamiento.
Entre otras cosas, comentó que “a nivel fonatorio, una buena respiración optimiza el movimiento de la laringe”, por lo que “una persona con trastornos de ansiedad o que habla muy rápido y que no respira adecuadamente, enseguida va a devenir en patologías a nivel de cuerdas vocales”.
De esta manera, subrayó que “el mejor cuidado preventivo es la consulta inmediata ante la reiteración de procesos de disfonías, no forzar la voz y no insistir con que ‘ya se va a ir’, ya que hay patologías en las que, si el paciente está disfónico y tras varias consultas no mejoró, hay que mirar las cuerdas vocales para ver si no existe otra lesión”.
Finalmente, mencionó que “en el hospital Delicia Concepción Masvernat tenemos un servicio de otorrinolaringología con cuatro médicos y contamos con un servicio de fonoaudiología muy completo, que trabaja muy bien”.